Testimonio Raquel

Recuerdo que en octubre de 2016 estaba pasando por muchos problemas a nivel emocional, de salud, de trabajo y familiares por lo que le pedía a Dios dirección porque sentía que no podía más; después de haber orado por algunas semanas, un día cerca de las 4 a. m. desperté y mi primer pensamiento fue abre la Biblia, me detuve en el salmos 32:8-9 y literal esas palabras tomaron vida, era un respuesta clara departe de Dios para mí, oré y le dije sí Señor ya no quiero ser una mula terca que hace todo de mala gana ni un caballo desbocado que toma decisiones sin pensar.

Comencé a estudiar la Biblia con mayor frecuencia, sin embargo, los problemas de salud se agudizaron, comencé a padecer cansancio crónico, mareos, falta de concentración, taquicardias, desorientación, dolor muscular intenso, calenturas internas porque el cuerpo me quemaba por dentro y ataques de pánico, aunado a muchos otros síntomas que ya tenía como entumecimiento de extremidades, diarreas y vómito crónico, así como distenciones intestinales permanentes, llegué a tener 58 malestares y se me presentaban mínimo 10 cada día.  Durante dos años me hicieron distintos estudios clínicos hasta una biopsia para descartar el helicobacter pylori o cáncer y todo salía bien pero los síntomas eran cada vez más agudos y mi salud se deterioraba; después de consultar con varios médicos especialistas un reumatólogo me diagnosticó Lupus eritematoso sistémico y principios de artritis reumatoide, me dijo que no hay cura, solo se podían calmar los episodios con medicamento  y que me iba a deteriorar cada vez más, incluso que se me deformarían los huesos.

En mi angustia clamé a Dios y decidí que no me dejaría vencer por la enfermedad, que viviría por encima del dolor, Dios me contestó una vez más y me dijo ¡No temas! Isaías 41:10. Fueron seis años de dolor y clamor porque el dolor me postraba a veces hasta por 20 horas de sueño y me levantaba más cansada pero la palabra de Dios me levantaba cuando me miraba al espejo y me la repetía a mí misma en voz alta, por ejemplo: Salmos 34:4 Busco a Jehová y él me oye y me libra de todos mis temores.

Para cada síntoma una porción de la palabra de Dios me daba la fuerza para seguir adelante, para los ataques de pánico y ansiedad salmos 27, para los dolores musculares salmos 68:28, para el cansancio crónico salmos 62:5, cuando me sentía incomprendida salmos 42:11 y muchos otros que me aprendí al repetírmelos tantas veces, la palabra de Dios me daba vida.

Fue en Noviembre de 2022 cuando estaba en un momento muy crítico que recuerdo haberle pedido a Dios que me llevara con él que era demasiado difícil vivir con tanto dolor y el Señor con su amor me dijo “aliméntate bien y descansa” después de orar busqué ayuda con especialistas en metabolismo, hice el test para hongo cándida y tuve 100% de los síntomas, comencé un programa que ayuda a recuperar la salud por medio de la desinfección de hongo cándida con productos naturales y una alimentación basada principalmente en productos naturales, después de 10  meses de alimentarme mejor con muchos vegetales, evitar productos refinados y procesados y hacer ejercicio, he recuperado mi energía en un 95% hasta corrí la media maratón de la ciudad de México 2023! Estoy sana!!!

Hoy puedo entender que Dios no me mandó la enfermedad, pero aprendí mucho en el proceso que él permitió, porque yo estaba viviendo con muchos excesos de preocupaciones, de malas decisiones, de malas actitudes, de malos hábitos alimenticios, de sedentarismo y de querer controlarlo todo. Aprendí a alimentarme mejor y a descansar, le cuento todas mis preocupaciones a Dios, dejo que él tome el control total de mi vida, ¡¡¡Dios es bueno!!! Dios me Sanó.

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