Un tremendo tiempo de equipamiento, ministración, convivencia y aprendizaje.
Grandes herramientas que nos han proporcionado para ayudar a las personas a erradicar la violencia en sus esferas de influencia.
Somos enviados para cambiar atmósferas, acompañar a aquellos que estén pasando alguna situación de violencia y ayudarlos a ser «Libres para Vivir».
Gracias a cada asistente, ministerio, maestro, padre de familia, participante, organizador, aplicaremos lo que aprendimos y nos vemos en Noviembre, para la siguiente fase.
Dios les bendiga grandemente