A los pies de Cristo.

Gracias a las oraciones de una persona a quien aprecio mucho, Armando, quien buscó en varias ocasiones transmitirme la Palabra de Dios y aunque me negué, nunca permitió darse por vencido hasta que Dios puso en su corazón invitarme a la iglesia Centro de Vida Internacional (CVI) a un “Desayuno de Vida”. Justo en ese momento no comprendía lo que me estaba sucediendo, simplemente sé que Dios me dio un soplo de vida y me sostuvo fuertemente en sus brazos de amor (Salmos 36:7).

En esa temporada cargaba con demasiado estrés, ansiedad y depresión que me invadían cada día, fuertemente, sin sentirme plena, lo cual me llevó a relaciones no sanas, fiestas y darle prioridad a los bienes materiales para llenar ese vacío. Todo esto derivado en gran parte por la separación de mis papás mientras pasaba por la adolescencia. Aparentemente creía haber pasado todo ese tiempo de la manera más sana y madura posible, aunque en realidad fue un proceso muy doloroso que me hizo tener un corazón de piedra; en consecuencia, llegó un instante en el que mi vida estaba tan quebrantada que no podía sostenerme más por mis propias fuerzas. Sin embargo, Dios en su misericordia comenzó a cumplir sus promesas en mi vida, derramando un espíritu nuevo y un corazón de carne (Ezequiel 36:26).

Por diferentes situaciones viví la ausencia de mi papá por varios años; rechacé su existencia, le tuve odio y mucho rencor. Dios me mostró su gracia adoptándome como su hija, instruyéndome sobre el perdón para liberarme. El camino no ha sido fácil; aceptar a Jesús como mi Señor y Salvador es y será una batalla constante, pues he sido cuestionada, señalada, juzgada y desplazada por buscar el Reino de Dios, paz y amor a través de Jesús por encima del mundo terrenal. En sentido figurado, es «caminar contra la corriente».

Dios una vez más cumplió sus promesas en mi vida, escuchó mis oraciones, me acerqué a mi papá, pude perdonarlo y restauramos nuestra relación de padre a hija (Malaquías 4:6). Pero también me usó como “punta de lanza” y en agosto de 2023 tuve la valentía de invitarlo a una reunión general en CVI. Al verme ministrando en la alabanza y al escuchar la palabra que Dios tenía preparada para él, su corazón fue tocado. Actualmente, mi papá con fe y devoción aceptó a Cristo en su vida. ¡Salvos somos! (Hechos 16:31).

“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien”. Salmos 139:14.

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5 comentarios en “A los pies de Cristo.”

  1. Jesús Dijo Yo soy el camino, La verdad y La Vida Nadie viene al padre sino por mí( Juan 14: 6)
    Tener un corazón Humilde y dejando el.orgullo de lado es la base de una restauración y Dios nos permitió nuevamente entender que sus tiempos son divinos, nos acerca y nos pone a las personas correcta para realizar su obra.
    Bendiciones estas en el camino correcto y dejando que Dios haga su obra en tu vida así como edificandote día a día con una fe inquebrantable.

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