En Centro de Vida Internacional, los martes se han convertido en un momento especial para las mujeres de nuestra comunidad. Bajo la guía amorosa de la Pastora Paty Rodríguez, cada reunión es una oportunidad para crecer, aprender y fortalecer nuestra fe. En esta ocasión, con un tema poderoso y transformador: «Cómo ser libres de maldiciones generacionales y desatar bendiciones», basado en la poderosa promesa de Malaquías 3:11. Fue un encuentro que dejó una huella profunda en nuestros corazones y nos recordó la promesa de Dios de romper las cadenas que nos atan.
Comprendiendo las Maldiciones Generacionales:
La reunión comenzó con la Pastora Paty Rodríguez compartiendo su sabiduría y conocimiento sobre las maldiciones generacionales. Todos hemos oído hablar de ellas, pero ¿qué significan realmente? Las maldiciones generacionales son patrones destructivos que se transmiten de una generación a otra. Pueden manifestarse de diversas formas, como problemas de salud, relaciones conflictivas o dificultades financieras. Pero la buena noticia es que no estamos destinadas a vivir bajo estas maldiciones.
La Promesa de Libertad en Malaquías 3:11:
La base de la enseñanza de la Pastora Paty es la promesa de Dios de liberarnos de las maldiciones generacionales, tal como se encuentra en Malaquías 3:11: «Reprenderé al devorador por vosotros, y no os destruirá los frutos de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.» Esto significa que no estamos destinadas a cargar con las maldiciones de nuestros antepasados. Tenemos el poder y la autoridad en Cristo para romper esas cadenas y desatar bendiciones en nuestras vidas.
Pasos hacia la Liberación:
La reunión continuó con la Pastora Paty guiándonos a través de pasos prácticos para alcanzar la libertad de las maldiciones generacionales. Oración, confesión de fe y la búsqueda de la guía del Espíritu Santo fueron elementos clave en este proceso. Aprendimos que al renunciar a las maldiciones y declarar la bendición de Dios sobre nuestras vidas, estábamos dando pasos hacia un nuevo comienzo lleno de esperanza y propósito.
La reunión de mujeres de esta semana en Centro de Vida Internacional fue un recordatorio poderoso de que no estamos atadas por nuestro pasado. En Cristo, somos libres para desatar bendiciones en nuestras vidas y en las vidas de nuestras futuras generaciones, tal como promete Malaquías 3:11. Agradecemos a la Pastora Paty Rodríguez por guiarnos en este viaje de liberación y empoderamiento espiritual.
Sigamos caminando juntas, rompiendo las cadenas de las maldiciones generacionales y viviendo en la plenitud de las bendiciones de Dios. Cada martes es una oportunidad para crecer en nuestra fe y experimentar la transformación divina.
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